INFORMALIDAD EN COLOMBIA AFECTACIÓN DEL MERCADO LABORAL EN EL 2023



Desprovisto de cualquier tinte político este artículo tiene como finalidad analizar los datos oficiales frente a la dimensión de la informalidad dentro del mercado laboral, recordemos que esta franja no tiene protección de normas laborales aparentemente, pero cuando una persona ejerce una actividad bajo la subordinación de otra persona estamos ante contratos laborales con fundamento en el principio de la primacía de la realidad, pero en esta ocasión no ahondaremos en el tema.

Veamos datos:

Según las noticias, en el país tenemos un cincuenta y seis por ciento (56%); pero como interpretamos este dato; traemos un extracto de una investigación del DANE que nos enseña:

“En 1993, la Decimoquinta Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo, CIET, definió el “empleo informal” en términos de las características de las unidades de producción /empresas (enfoque empresarial), en lugar de las características de las personas ocupadas o de los empleos (enfoque laboral). Esto con el fin de permitir la inclusión del empleo informal en el sistema de cuentas nacionales y medir su contribución en el PIB de cada país. De esta manera, el empleo informal fue definido como un conjunto de unidades dedicadas a la producción de bienes o la prestación de servicios con la finalidad primordial de generar ingresos para las personas que participan en esa actividad. Estas unidades funcionan típicamente en pequeña escala, con una organización rudimentaria, en la que hay muy poca o ninguna distinción entre el trabajo y el capital como factores de producción. En consecuencia, el empleo informal se refiere a todas aquellas actividades económicas de mercado que operan a partir de los recursos de los hogares, pero sin constituirse como empresas con una personalidad jurídica independiente de esos hogares.[1]”

Este dato revela como la situación económica en la actualidad no ha mejorado, la falta de garantías en seguridad social, ingresos acordes y poder adquisitivo para disminuir la pobreza no encuentra respaldo en la explotación de actividades, así entendemos como nuestros ciudadanos son cada vez menos competitivos para adquirir lo mejor en productos y servicios.

Pero lo más preocupante es que en el comercio neto tenemos una informalidad del 60%, teniendo presente la guía técnica de la OIT que establece un manual sobre la medición de la informalidad, veamos el concepto:

“Dentro de las empresas individuales no constituidas en sociedad se hizo una distinción entre ‘empresas de empleadores’ y ‘empresas de personas trabajando por cuenta propia’. De conformidad con las definiciones de empleadores y trabajadores por cuenta propia de la Clasificación Internacional de la Situación en el Empleo de 1993, CISE-93 (OIT, 1993b, párrafos 9-19), esta distinción se basa en si existe una empresa que emplea al menos un asalariado en forma continua (en contraste con el empleo asalariado ocasional o el empleo de los trabajadores familiares auxiliares).” [2]

En conclusión, este dato si valida realmente el crecimiento de la economía en este momento histórico; tal vez nada mejore sino se ataca este aspecto para generar todas las garantías necesarias.

Referencias: